El retiro-convivencia se encuentra dentro de los principios rectores de nuestra Institución, pues al tratarse de un Centro Educativo Parroquial, se intenta generar en los estudiantes una instancia de acercamiento profundo hacia la fe a partir de la resignificación de la Eucaristía y el encuentro con el otro como regalo de Dios.
Comprendemos, a su vez, que la Educación Cristiana se extiende hacia un proyecto de ser humano integral, en el cual Jesucristo habita con el poder transformador de su vida nueva. Por ello, procurando una pastoral transversal, dinámica y compañera de los diversos procesos educativos, se busca promover una vida institucional comunitaria y participativa.
De este modo, el espacio dedicado al retiro-convivencia se convierte en una experiencia vivencial de carácter formativo donde se articulan situaciones de aprendizajes cimentadas en valores humanos y cristianos, en el marco de un ambiente grupal, lúdico, alegre y celebrativo. Además, se propicia el desarrollo de los estudiantes en sus relaciones interpersonales, consigo mismo, con el Instituto, su familia, la sociedad y con Dios, favoreciendo nuestra calidad de vida y la construcción de un mundo mejor.
Los alumnos junto a sus docentes logran (re)descubrir así a Jesucristo como Camino, Verdad y Vida que los llama a una vida plena y en abundancia.